Deja de agachar la cabeza y cubrirte los ojos con tus manos. En una ocasión te pregunté “¿Cuál es tu límite?” y tú me respondiste “ninguno”. Mírate ahora, cuerpo sin vida y ávido de calor, el cual anhela aquel tiempo atrás donde la luz inundaba hasta sus más profundos y ocultos sueños. ¿Dónde han quedado aquellas ilusiones? ¿Quién te tortura y te condena a permanecer en ese estado? No debes olvidar jamás que nunca es tarde para volver a ponerse en pie y caminar. Los sueños siempre te seguirán y la esperanza permanecerá, tan sólo debes dejarte llevar y no desesperar, pues tu eres la protagonista de tu propia historia y tu eres quien escribe el guión. Tu novela es una obra maestra que abarca los más diversos géneros literarios y tú, sólo tú, puedes dar vida a su protagonista y decidir lo que ocurrirá en la siguiente página ;)
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